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Argentina

Dónde comer en Mendoza con Mercure

Mendoza despierta los sentidos con su gastronomía, donde cada plato encuentra a su mejor compañero en una copa de vino. Prepárate para descubrir sabores inolvidables y experiencias que te inspirarán a seguir viajando con Mercure.

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De las carnes mendocinas al sabor del asado pampeano

 

En Mendoza, el aroma del fuego y la madera anuncia una de las tradiciones más queridas de la región: el asado. En el corazón de la ciudad, Parrilla Don Mario es un clásico que combina cortes seleccionados, chimichurri casero y una carta de vinos que rinde homenaje a los viñedos mendocinos. Su ambiente cálido y familiar invita a disfrutar sin prisa, con esa hospitalidad tan característica de la gente de Cuyo.


La cultura de la carne en Mendoza va más allá de la parrilla: es un ritual que se comparte. Los parrilleros dominan la brasa como verdaderos artesanos del sabor, logrando ese equilibrio perfecto entre textura, jugosidad y aroma. Aquí, el secreto está en el tiempo y la paciencia, porque cada corte tiene su momento. Acompañar con un malbec joven o un cabernet más estructurado es casi una obligación para completar la experiencia mendocina.


Y si el viaje continúa hacia el corazón pampeano, La Rural Parrilla y Restaurante, en Santa Rosa de La Pampa, es una parada que no decepciona. Con carnes de pastura local y recetas que rescatan la tradición gaucha, ofrece una experiencia tan auténtica como su entorno. Para quienes buscan una estadía que combine confort y conexión con la cultura local, el Mercure Santa Rosa La Pampa es el lugar ideal: un hotel pensado para vivir la esencia de la región, entre sabores, historias y la calidez de su gente.

 

Entre vinos y cocina de autor, de Mendoza a Santiago

 

Quien viaja a Mendoza pronto descubre que la ciudad vive al ritmo del vino. En el centro, Azafrán Restaurante celebra esa armonía entre gastronomía y terroir: su menú, inspirado en los sabores cuyanos, cambia con las estaciones y se marida con vinos que cuentan historias de montaña y sol. La experiencia es íntima, envolvente y perfecta para quienes buscan sentir el alma de la región en cada bocado.


Aquí, cada detalle importa. Desde las hierbas frescas del mercado hasta la elección de copas para cada variedad, todo en Azafrán está pensado para realzar la conexión entre la tierra y la mesa. No se trata solo de comer bien, sino de saborear una identidad: la de una Mendoza que respira tradición y modernidad a partes iguales.


Y cuando el viaje cruza la cordillera, el paladar encuentra nuevos matices en Ambrosía Bistró, en Vitacura, donde la chef Carolina Bazán reinventa la cocina de autor chilena con audacia y frescura. Para vivir Santiago con esa misma mezcla de elegancia y autenticidad, nada mejor que hospedarse en el Mercure Santiago Centro: un refugio urbano donde el bullicio de la ciudad se convierte en inspiración. Desde sus ventanales se percibe la energía cultural del centro, los aromas de los cafés y la promesa de nuevas experiencias que solo un viajero curioso sabe aprovechar.

 

Sabores que cruzan la cordillera

 

En Mendoza, el fuego tiene acento propio y alma de autor. En 1884 Restaurante de Francis Mallmann, ubicado en una antigua bodega de Godoy Cruz, la cocina se rinde ante las brasas y los aromas del humo. Cada plato es un homenaje al fuego lento, desde las carnes doradas hasta las verduras asadas con manteca de tomillo. Mallmann transforma lo simple en memorable, combinando técnicas ancestrales con una elegancia que solo la experiencia mendocina puede ofrecer.


El ambiente del 1884 combina historia y calidez: techos altos, muros de ladrillo y una cava que resguarda algunos de los mejores vinos del país. Es el lugar donde el tiempo parece detenerse y el vino fluye como parte de la conversación. Aquí, el fuego no solo cocina, también narra historias de tradición, de campo y de encuentros a la luz de las llamas.


Del otro lado de la cordillera, en el corazón del barrio Bellavista de Santiago, Peumayén Ancestral Food continúa ese viaje por los sabores de raíz. Su propuesta rescata ingredientes nativos y técnicas precolombinas, en platos que celebran la diversidad de los pueblos originarios chilenos. Es una experiencia que une pasado y presente, ideal para quienes buscan comprender la cultura a través del gusto. Un recorrido que comienza entre las brasas mendocinas y se completa con los matices ancestrales de Chile: dos cocinas distintas, pero un mismo espíritu que invita a descubrir, sentir y saborear cada historia.

 

Del Malbec mendocino al Carmenère chileno

 

En el centro de Mendoza, María Antonieta es mucho más que un restaurante: es una declaración de amor a la cocina honesta. Dirigido por la reconocida chef Vanina Chimeno, este espacio combina el espíritu cosmopolita con la esencia local, ofreciendo platos frescos, coloridos y llenos de matices. Para quienes se preguntan dónde cenar en Mendoza, este es un punto de referencia imperdible: las pastas caseras, los mariscos de temporada y los postres con frutas de los Andes se maridan con una selección de Malbecs que reflejan el alma vibrante de la región.


El ambiente es luminoso y relajado, con mesas que invitan a disfrutar sin prisa, como si cada comida fuera una celebración. María Antonieta captura la energía de la ciudad: moderna, sofisticada y profundamente conectada con su tierra. Aquí, cada copa de vino revela el carácter del valle, su suelo pedregoso y ese sol intenso que da vida a los mejores racimos del país.


Y para quienes siguen la ruta del vino al otro lado de la cordillera, Bocanáriz, en el barrio Lastarria de Santiago, es una parada imprescindible. Con más de 400 etiquetas chilenas y un equipo de sommeliers apasionados, este wine bar transforma cada visita en un viaje sensorial. Entre copas de Carmenère, tablas gourmet y conversaciones animadas, se descubre que el placer del vino no conoce fronteras: une historias, culturas y viajeros con el mismo brindis.

 

De la montaña al mar: cocina mendocina que inspira el sur de Chile

 

En Maipú, una de las zonas vitivinícolas más emblemáticas de Mendoza, Casa Vigil El Enemigo se ha convertido en uno de los lugares para comer en Mendoza que mejor representa el alma de la región. Concebido por el enólogo Alejandro Vigil, este restaurante fusiona arte, vino y cocina en una experiencia que trasciende lo gastronómico. Inspirado en La Divina Comedia, propone un recorrido simbólico por el “infierno”, el “purgatorio” y el “paraíso” a través de platos que exaltan los sabores de la tierra mendocina. Entre parrillas, verduras asadas y postres que parecen esculturas, el vino es siempre protagonista: intenso, complejo y profundamente ligado al paisaje andino.


Cada rincón de El Enemigo tiene una historia, desde los murales que evocan leyendas del vino hasta las cavas subterráneas donde reposan botellas únicas. Es un espacio donde la montaña se convierte en musa, donde la gastronomía mendocina se reinventa sin perder su raíz. Aquí, tradición y creatividad conviven en armonía, invitando al visitante a celebrar la vida a través de los sentidos, en uno de los destinos culinarios más fascinantes de la provincia.


Y si el viaje continúa hacia el sur de Chile, la inspiración mendocina encuentra eco en Lo Que Más Quiero, en el centro de Concepción. Este restaurante de autor combina productos del Pacífico con toques contemporáneos y una atmósfera acogedora que refleja la esencia costera del Biobío. Para completar la experiencia, el Mercure Concepción ofrece una estancia perfecta: un hotel nuevo y moderno, con el restaurante Hemisferio, que celebra lo mejor de la cocina internacional y deliciosos drinks en su bar. Desde allí, entre un buen plato y una copa bien servida, se siente cómo la cocina viaja, de la montaña al mar, uniendo culturas, aromas y emociones.

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Del buen café en Mendoza al aroma patagónico de La Pampa

 

En la animada Avenida Arístides Villanueva, Bröd Panadería y Café es uno de esos lugares para comer en Mendoza donde el tiempo se desacelera. Entre el aroma del pan de masa madre y el café recién molido, los locales comienzan el día con energía y una sonrisa. Este café de estilo nórdico conquista con su sencillez: panes dorados, croissants perfectos y una propuesta de brunch que combina tradición mendocina con toques internacionales. Es el sitio ideal para observar la vida urbana mientras se disfruta un espresso intenso o un jugo natural de frutas andinas.


Quien sigue la ruta hacia el sur argentino puede mantener ese ritual matutino en Santa Rosa de La Pampa, donde Café Martínez ofrece un refugio acogedor para viajeros y locales por igual. Allí, el aroma del café se mezcla con el aire fresco de la llanura, creando una conexión natural con el espíritu mendocino. Desde un cappuccino espumoso hasta una medialuna recién salida del horno, cada detalle evoca el mismo placer que en Mendoza, pero con el ritmo sereno del interior. Así, entre una taza y otra, el viaje se convierte en un hilo aromático que une montañas, pampas y memorias compartidas.

 

De los sabores regionales a la nueva cocina del sur chileno

 

En pleno centro de Mendoza, Siete Cocinas de Argentina es una parada esencial para quien busca donde comer rico en Mendoza. El chef Pablo del Río reúne en su propuesta los sabores más representativos de las siete regiones del país, desde los productos del norte andino hasta las carnes patagónicas. Cada plato cuenta una historia y refleja la diversidad cultural argentina en un ambiente elegante pero cercano, donde la cocina abierta invita a mirar, oler y anticipar cada bocado. Aquí, la gastronomía se convierte en un mapa vivo del país, con Mendoza como punto de encuentro entre tradición y vanguardia.


Del otro lado de la cordillera, en la costanera de Concepción, El Galeón del Chef continúa ese viaje de exploración culinaria con su enfoque en los frutos del mar y productos del sur chileno. Su menú cambia con las mareas y las estaciones, ofreciendo preparaciones frescas y creativas que celebran el espíritu patagónico. Es el tipo de lugar donde el sabor tiene acento local y el paisaje se sirve en el plato, un reflejo de cómo la pasión por la buena mesa puede unir dos mundos, el de las montañas mendocinas y el del mar chileno, en una misma experiencia de descubrimiento.

 

Cocina mediterránea en Mendoza

 

En el corazón de la ciudad, Anna Bistro se ha ganado un lugar entre los favoritos para quienes buscan donde almorzar en Mendoza rodeados de encanto y buena mesa. Ubicado en una casona reciclada con jardín interior, este restaurante combina el espíritu mediterráneo con el carácter mendocino: platos coloridos, ingredientes frescos y una carta de vinos que acompaña con elegancia cada preparación. Su ambiente invita a disfrutar sin prisa, bajo la sombra de las parras, en una atmósfera que equilibra sofisticación y sencillez.


Quien continúa el viaje hacia Concepción, en Chile, encuentra en Fina Estampa, en el barrio Universitario, una reinterpretación del Mediterráneo con productos del sur del país y un toque de autor. Y para completar la experiencia, el Mercure Concepción ofrece una estadía inspiradora: moderno, luminoso y con una propuesta gastronómica que dialoga con la esencia del lugar. En su restaurante Hemisferio, la frescura de los ingredientes se une a recetas internacionales, mientras el bar celebra los sabores del Pacífico con cócteles de autor. Un espacio donde el descanso y la buena cocina se encuentran en perfecta armonía.

 

Terrazas mendocinas

 

Cuando cae la tarde, la capital del vino se viste de luz suave y las terrazas cobran vida entre copas de vino y aromas tentadores. En ese escenario, Francesco Barbera Ristorante se consolida como una de las mejores opciones para quienes buscan donde cenar en Mendoza. Su propuesta de cocina italiana con alma mendocina conquista con platos artesanales, vinos de autor y una atención que combina elegancia y cercanía. Desde su terraza, el bullicio del centro se convierte en música de fondo para una velada inolvidable, donde cada sabor cuenta una historia.


En Santiago, el espíritu de la buena mesa encuentra un eco sofisticado en 99 Restaurante, en el barrio Providencia, un referente de la gastronomía contemporánea chilena. Quienes viajan para disfrutar de experiencias auténticas descubrirán en el Mercure Santiago Centro mucho más que un lugar donde dormir: un punto de encuentro entre cultura, arte y sabor. Su diseño moderno y su energía urbana lo convierten en el compañero ideal para explorar la ciudad, brindar en buena compañía y dejarse llevar por los aromas que conectan Mendoza y Santiago en una misma travesía culinaria.

 

Disfrute de lo mejor de la gastronomía argentina y chilena con Mercure

 

Viajar entre Mendoza, La Pampa, Santiago y Concepción es descubrir que la gastronomía también puede ser una forma de conexión. Desde las brasas argentinas hasta los aromas del Pacífico, cada destino guarda un sabor único que se disfruta mejor cuando el viaje se vive con calma y autenticidad. En cada ciudad, los hoteles Mercure invitan a hospedarse con estilo, rodeados de cultura local, buena mesa y hospitalidad genuina. Son refugios donde cada comida se convierte en un momento para saborear el presente, con el confort y la calidez que distinguen a la marca.


Y si hay algo mejor que probar el mundo, es hacerlo con ventajas exclusivas. Al unirse gratuitamente al programa ALL – Accor Live Limitless, cada estadía se transforma en una oportunidad para disfrutar más: acumular puntos, acceder a experiencias gastronómicas únicas y descubrir nuevos destinos con beneficios que lo acompañan en cada paso. Porque los viajes más memorables no solo se cuentan, se viven, y con ALL cada uno deja un sabor inolvidable.

Ubicación y contacto

Ubicación

Selva Iryapu S N, Predio 600 Has, MISIONES

3370 PUERTO IGUAZU

Argentina

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