Lugares turisticos de Quito para niños

Parque La Carolina

En pleno corazón moderno de Quito, el Parque La Carolina se despliega como un oasis urbano donde la diversión infantil no conoce límites. Este extenso espacio verde invita a correr, explorar, pedalear y descubrir cada rincón al ritmo de la curiosidad. Sus jardines, lagunas y áreas de juego se mezclan con propuestas como el Vivarium —hogar de reptiles fascinantes— y el Jardín Botánico, que deslumbra con orquídeas y mariposas. Es el lugar ideal para que los más pequeños se conecten con la naturaleza sin salir de la ciudad.

Pero La Carolina es mucho más que un parque: es una experiencia al aire libre que cambia con cada visita. Pícnics bajo la sombra, partidos improvisados, ferias de arte, espectáculos e incluso paseos en bote completan el menú de posibilidades. Y para las familias que desean descansar sin alejarse de toda esa energía vibrante, el Mercure Alameda Quito, ubicado a solo 3,5 km, ofrece la combinación perfecta entre comodidad, diseño y cercanía. Después de un día de aventuras, nada como regresar a un lugar donde el estilo y la hospitalidad te hacen sentir como en casa.

Teleférico de Quito

Subir al Teleférico de Quito es dejar atrás la ciudad para tocar el cielo con la mirada. En cuestión de minutos, el ascenso lleva a los visitantes desde los 2.950 hasta los 4.050 metros de altura, revelando una vista panorámica que corta el aliento. Para los niños, la emoción de ver cómo las casas se hacen pequeñas y las montañas gigantes se dibujan en el horizonte es una aventura en sí misma. Ya en la cima, la experiencia se completa con senderos, miradores y cielos que parecen pintados a mano.

El recorrido no es solo visual: también es sensorial y lúdico. El aire puro, la sensación de altura y la oportunidad de jugar entre las nubes lo convierten en uno de los lugares turísticos de Quito para niños más memorables. Además, el entorno ofrece áreas para picnic, fotografía y momentos de contemplación que conectan a toda la familia con la majestuosidad de los Andes. Subir al teleférico es mucho más que un paseo: es una forma mágica de redescubrir Quito desde lo alto.

Museo Interactivo de Ciencia

El Museo Interactivo de Ciencia es un espacio donde aprender se convierte en un juego fascinante. Ubicado en una antigua fábrica restaurada, este museo rompe con la idea tradicional de vitrinas intocables y pasillos silenciosos: aquí se toca, se experimenta y se prueba. Los niños —y también los adultos curiosos— pueden descubrir cómo funcionan el cuerpo humano, la energía, el espacio y la física a través de módulos interactivos que despiertan preguntas y estimulan la imaginación.

Cada sala está pensada para que el conocimiento se sienta en las manos, se escuche en risas y se vea en ojos brillantes. Desde laboratorios hasta zonas de construcción creativa, pasando por simuladores, juegos de rol y desafíos científicos, este es uno de los lugares turísticos de Quito para niños que mejor conecta con su energía natural de descubrir. Es un recorrido dinámico que transforma la ciencia en una aventura cotidiana: una invitación irresistible a mirar el mundo con más curiosidad.

La Mitad del Mundo

Pocos lugares despiertan tanta curiosidad como La Mitad del Mundo, donde se puede estar con un pie en cada hemisferio al mismo tiempo. Este icónico destino, ubicado al norte de Quito, invita a las familias a descubrir el fascinante mundo de la línea ecuatorial a través de experiencias educativas y entretenidas. El monumento central, que marca el punto exacto de la latitud 0°, es solo el comienzo: el complejo alberga museos, espacios culturales, jardines y hasta actividades que demuestran los efectos de la gravedad y la rotación del planeta de forma interactiva.

Para los niños, es una oportunidad de aprender jugando, tomarse fotos originales y sorprenderse con fenómenos científicos que aquí se viven de forma única. Además, el entorno ofrece restaurantes, tiendas y amplios espacios al aire libre para disfrutar sin apuro. Si estás planeando esta excursión en familia, el Mercure Alameda Quito es el punto de partida perfecto: ubicado a una distancia cómoda y reconocido por su estilo, hospitalidad y conexión con lo local, convierte la preparación para la aventura en parte de la experiencia. Porque cuando el alojamiento también inspira, cada viaje comienza con buen pie.

Zoológico de Quito

El Zoológico de Quito, ubicado en Guayllabamba, es mucho más que una colección de animales: es un centro de conservación y aprendizaje que invita a descubrir la riqueza de la fauna andina de forma cercana y respetuosa. Aquí, los niños pueden observar de cerca especies emblemáticas como el oso de anteojos, el cóndor andino, llamas, monos y hasta jaguares, en un entorno natural cuidadosamente diseñado. A través de recorridos guiados y estaciones interactivas, la visita se convierte en una vivencia educativa que despierta la conciencia ambiental desde los primeros años.

Además de sus habitantes, el zoológico ofrece jardines sombreados, zonas de descanso, senderos al aire libre y propuestas pensadas para disfrutar en familia. Cada rincón está diseñado para que el descubrimiento ocurra con calma y curiosidad, en contacto con la naturaleza y lejos del ritmo acelerado de la ciudad. Es uno de esos lugares turísticos de Quito para niños donde aprender, admirar y jugar van de la mano, dejando recuerdos que perduran mucho después de salir del parque.

Parque de Diversiones Ludiland

Colorido, dinámico y lleno de imaginación, el Parque de Diversiones Ludiland es el lugar donde los niños pueden ser protagonistas de su propia aventura. Con zonas temáticas, juegos mecánicos, actividades interactivas y espacios diseñados para distintas edades, este parque combina diversión segura con estímulo creativo. Cada rincón está pensado para que la alegría fluya sin pausa: desde montañas rusas suaves hasta circuitos de destreza y áreas de juego libre, todo invita a explorar, reír y compartir en familia. Ideal para una jornada diferente, donde lo lúdico se convierte en el mejor recuerdo del viaje.

La Ciudad Vieja

Recorrer La Ciudad Vieja de Quito es como entrar en un cuento donde las piedras hablan y las fachadas guardan secretos de siglos pasados. Declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, este casco histórico deslumbra con sus plazas coloniales, iglesias majestuosas y callejones empedrados que invitan a caminar sin prisa. Para los niños, es una oportunidad fascinante de ver de cerca carruajes antiguos, campanas centenarias y balcones que parecen salidos de un libro de aventuras. Todo está envuelto en un aire encantador que mezcla historia, arquitectura y vida cotidiana en un mismo escenario.

Además de su belleza visual, La Ciudad Vieja ofrece espacios donde lo educativo se vuelve entretenido: museos adaptados para públicos jóvenes, visitas guiadas llenas de relatos envolventes y pequeños cafés que invitan a hacer pausas sabrosas en el camino. Cada esquina es una excusa para imaginar, aprender y ver cómo el pasado cobra vida ante sus ojos. Es una experiencia que conecta generaciones, convirtiendo este paseo en una joya imperdible entre los lugares turísticos de Quito para niños que valoran tanto la cultura como la magia de descubrir algo nuevo a cada paso.

Museo Templo del Sol

El Museo Templo del Sol, creado por el artista indígena Cristóbal Ortega, es una joya cultural que fusiona arte, espiritualidad y cosmovisión andina en un entorno que deja sin aliento. Rodeado por las montañas de la Mitad del Mundo, este espacio ofrece a los visitantes —incluidos los más pequeños— una experiencia multisensorial, donde se exploran desde rituales ancestrales hasta obras de arte contemporáneo inspiradas en la herencia inca. Aromas de hierbas tradicionales, construcciones de piedra volcánica y salas colmadas de simbolismo convierten la visita en un viaje que estimula la curiosidad y despierta el respeto por las culturas originarias. Un lugar para mirar, escuchar y sentir el legado de los pueblos que veneraban al sol como fuente de vida y sabiduría.

Disfruta de Quito con Mercure

Quito tiene el don de maravillar a grandes y chicos con su mezcla vibrante de historia, ciencia, naturaleza y diversión. Desde parques urbanos hasta museos interactivos, pasando por vistas panorámicas y experiencias culturales únicas, cada día en la capital ecuatoriana puede convertirse en una aventura inolvidable en familia. Para que todo fluya con comodidad, estilo y conexión local, los hoteles Mercure ofrecen el equilibrio perfecto entre descanso e inspiración. Alojarse en un lugar que refleja el alma de la ciudad convierte cada momento del viaje en algo aún más especial.

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