Una escapada romántica en Mendoza: vino, montañas y experiencia con identidad local

La temporada de esquí en Mendoza: ¿cuándo y dónde ir?

La temporada de esquí en Mendoza suele extenderse desde junio hasta septiembre, cuando la cordillera se viste de blanco y las pistas alcanzan su mejor nivel. Durante estos meses, el clima frío y seco crea condiciones ideales para practicar deportes de invierno, con días soleados que iluminan el paisaje andino y convierten cada jornada en una postal inolvidable. No se trata solo de deslizarse por la nieve, sino de vivir la experiencia completa de la montaña, con cabañas, gastronomía regional y un entorno que invita al descanso después de la aventura.

Elegir dónde se esquía en Mendoza dependerá del estilo de viaje que busques. Hay centros pensados para esquiadores expertos, con pendientes desafiantes, y otros más familiares, perfectos para quienes recién comienzan o desean combinar deporte y relax. Sea cual sea la opción, lo cierto es que la provincia ofrece una temporada vibrante que conecta naturaleza, cultura y hospitalidad, creando el escenario perfecto para una escapada invernal auténtica y diferente.

Los mejores centros de esquí cerca de la ciudad

A poca distancia de la capital mendocina se encuentran algunos de los escenarios más atractivos para disfrutar de la nieve. El centro de esquí Los Penitentes, ubicado a unos 170 kilómetros de la ciudad, es uno de los preferidos por su variedad de pistas y por la posibilidad de combinar deporte con paseos de alta montaña. Otra opción es Las Leñas, más alejado pero reconocido internacionalmente por su infraestructura y por ofrecer circuitos de nivel avanzado que atraen a esquiadores de todo el mundo. Ambos destinos responden a la pregunta clásica de dónde esquiar en Mendoza, mostrando la diversidad y calidad que la provincia ofrece.

Quienes buscan experiencias más tranquilas también pueden optar por Vallecitos, ideal para principiantes y para quienes desean un ambiente menos concurrido, rodeado de paisajes que parecen pintados. Y para prolongar el viaje con la misma comodidad y estilo, nada mejor que disfrutar la hospitalidad de los hoteles Mercure en Argentina, presentes en destinos como Santa Rosa, donde cada estadía conecta con la cultura local y convierte cualquier escapada en una experiencia auténtica e inolvidable.

Vinos con paisaje: bodegas con vista a la nieve

Disfrutar de una copa de Malbec frente a la cordillera nevada es una de esas experiencias que solo esta región puede regalar. Varias bodegas han sabido aprovechar su ubicación privilegiada y ofrecen terrazas desde donde se observa la majestuosidad de los Andes cubiertos de blanco. Estos escenarios convierten el recorrido en un plan perfecto para quienes, además de buscar lugares para esquiar en Mendoza, desean sumar al viaje el encanto de la gastronomía y el vino local.

Entre los viñedos más destacados se encuentran los de Luján de Cuyo y el Valle de Uco, donde la arquitectura vanguardista de las bodegas convive con tradiciones centenarias. Allí, las catas guiadas, los maridajes de autor y las caminatas entre viñedos se disfrutan con el telón de fondo de montañas nevadas, creando una experiencia sensorial única que resume la esencia mendocina: naturaleza, cultura y hospitalidad en un mismo escenario.

Rincones cálidos para una cena romántica

Mendoza no solo deslumbra con sus montañas y viñedos, también ofrece restaurantes íntimos donde cada detalle está pensado para crear un ambiente especial. Velas encendidas, arquitectura colonial restaurada o terrazas con vista a la cordillera convierten la cena en una experiencia que combina calidez y sofisticación. Para quienes ya exploraron lugares para esquiar en Mendoza, culminar el día en un espacio acogedor con gastronomía de autor es la mejor forma de celebrar la jornada en pareja.

Entre las opciones imperdibles se encuentra 1884 Francis Mallmann, un ícono de la cocina argentina que resalta los sabores regionales con técnicas de fuego en un ambiente elegante y romántico. Otra alternativa encantadora es Azafrán, en pleno centro de la ciudad, donde la carta se renueva constantemente y la cava a la vista permite elegir entre los mejores vinos de la región. Ambos espacios reflejan la esencia local y convierten la cena en un recuerdo tan inolvidable como las montañas nevadas que enmarcan la provincia.

Planes para dos: relax, aventura y buena mesa

Mendoza invita a combinar nieve, bienestar y buena mesa en clave romántica. Para quienes buscan lugares para esquiar en Mendoza y al mismo tiempo sumar pausas deliciosas, este mini-itinerario está pensado para dos.

• Mañana de pistas: primer ascenso y clases particulares en Los Penitentes o Las Leñas para afinar la técnica y ganar confianza desde el inicio.
• Almuerzo de montaña: sopa caliente o pastas caseras en un parador, con vistas abiertas a la cordillera.
• Tarde de relax: circuito termal en Cacheuta o spa con masajes descontracturantes para recuperar energía.
• Atardecer con copa: degustación breve en una bodega de Luján de Cuyo o Valle de Uco, maridada con quesos y panes de masa madre.
• Noche íntima: mesa para dos en restaurante de autor en Chacras de Coria o en el centro de la ciudad, con luz tenue y servicio atento.
• Plus para el día siguiente: raquetas de nieve en Vallecitos o paseo fotográfico por la Ruta 7 hasta Puente del Inca.

Para mantener el mismo nivel de confort a lo largo del viaje, nada mejor que optar por los hoteles Mercure en Argentina al continuar la ruta por ciudades como Puerto Iguazú. Allí, la hospitalidad con identidad local y los espacios diseñados para el descanso prolongan la experiencia y convierten cada etapa en un recuerdo a la altura de la aventura en la nieve.

Consejos para una escapada inolvidable en pareja

Una escapada en pareja a Mendoza es la oportunidad perfecta para disfrutar de paisajes únicos y momentos de complicidad. Para que la experiencia resulte aún más especial, conviene planificar con antelación: elegir la temporada de esquí adecuada, reservar actividades en bodegas reconocidas y considerar traslados privados para moverse con mayor confort. Los pequeños detalles, como llevar ropa térmica o reservar una cena con vista a la cordillera, marcan la diferencia en cada jornada.

También vale la pena alternar aventura y descanso: un día en las pistas, otro explorando viñedos y al menos una tarde dedicada al relax en termas o spa. Mantener este equilibrio asegura un disfrute pleno, sin prisas ni agotamiento. De este modo, la provincia se convierte en un destino donde la nieve, el vino y la calidez local se entrelazan para crear recuerdos que acompañarán a la pareja mucho después del viaje.

En Mendoza, el romance se siente en el aire... y también en cada rincón del Mercure

Mendoza es un destino donde la nieve, el vino y la hospitalidad local se convierten en el escenario perfecto para una escapada en pareja. Y para prolongar esa experiencia con el mismo nivel de autenticidad y confort, los hoteles Mercure en Argentina son la elección ideal: espacios que conectan con la cultura local, invitan al descanso y transforman cada estadía en un recuerdo tan inolvidable como las montañas que abrazan la provincia.

Además, el programa de fidelidad ALL – Accor Live Limitless permite llevar la experiencia aún más lejos. La inscripción es gratuita y abre la puerta a descuentos exclusivos, upgrades y beneficios que convierten cada viaje en algo único. Unirse al programa es la oportunidad de disfrutar más, vivir mejor y descubrir lo mejor de Argentina junto a Mercure.