Este bar y bistró cosmopolita es famoso por su glamurosa decoración retro de 1950. En el bar-cafetería de la planta baja, una barra iluminada circular rodea a un arce; desde ahí, una escalera de caracol lleva al restaurante abierto, que ocupa las dos plantas superiores. En él podrá disfrutar de desayunos estadounidenses, club sándwiches y ensaladas a la hora de comer y, a la hora de la cena, platos exquisitos que celebran lo mejor de la gastronomía portuguesa. Si le entra sed, como su nombre indica, este es el lugar perfecto para degustar sangrías burbujeantes, cócteles y champán. Como dijo Mark Twain, "demasiado de algo es malo, pero demasiado de un buen champán es apenas suficiente”, y esto es especialmente cierto en la Champanheria da Baixa Bistrô.
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