Esta iglesia del siglo XVIII, a la que se conoce como capilla de Santa Catarina, es una visita obligada en Oporto. En 1929, se cubrió por completo la fachada exterior con azulejos. Obra del pintor y ceramista Eduardo Leite, estos preciosos azulejos blancos y azules representan escenas de la vida de san Francisco de Asís y santa Catalina. En el interior, podrá admirar la imagen de Nossa Senhora das Almas, que también data del siglo XVIII. Tras visitar la iglesia, no puede faltar una parada en el cercano Majestic Café, un lugar mítico donde probar posiblemente los mejores pastéis de nata de Oporto.
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