Ya se sabe que los gatos odian el agua. Sin embargo, es posible que se encuentre con un montón de ellos sobre un barco cuando camine por la orilla de los canales. ¿Un barco para gatos? Tal fue el proyecto de Henriette en 1966, después de haberse encontrado con una camada de gatos bajo un árbol. Desde entonces, su barco se ha convertido en una guarida para todos los gatos vagabundos de la ciudad. Y la que se conoce como «Doña Gata» incluso ha comprado una chalana para aumentar la familia. Esta casa tan curiosa se puede visitar. Si quiere, hasta puede quedarse con un lindo gatito al que sí le guste el agua. Singel 38 - G 1015 AB, Amsterdam
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