Desde lejos, parece una vieja cabaña de madera. De hecho, eso es lo que es. Modesta, pequeña, perdida en la vegetación, escondida tras unos árboles grandes, esta vieja cabaña es la iglesia más pequeña de París. La parroquia ortodoxa de San Serafín de Sarov se esconde en el 91 de la rue Lecourbe, en el antiguo barrio ruso, que a principios del siglo XX estaba poblado por los rusos que huían de la Revolución bolchevique. Su visita es muy recomendable.
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