¿Cree en los milagros? Si no es así, igual acaba por cambiar de opinión… cuando visite la catedral rusa de Niza. En una pared hay un icono de San Nicolás, que pertenecía al zarévich Aleksándrovich, hijo del zar Alejandro II. Fallecido prematuramente, su madre regaló este objeto a la iglesia rusa de la rue Longchamp, para colocarlo en la fachada de una capilla conmemorativa. Con los efectos del sol y la humedad del mar, el rostro se borró por completo. En 1912, el icono se trasladó hacia la nueva catedral rusa de Niza. Y en 1935, sorpresa: ¡la cara de San Nicolás volvía a estar visible! ¿Cómo? Por un milagro, no hay otra explicación. Antes de visitar la catedral, ¡cruce los dedos para que su cara siga allí! Cathédrale Saint-Nicolas de Nice - Avenue Nicolas II, Nice
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