Una región que es mucho más que su historia
A quienes se mueven por instinto y con el deseo de conocer las mismísimas entrañas de la tierra, estas cuevas están en el top de visitas durante una escapada a Extremadura.Las tierras extremeñas son particularmente conocidas por el legado histórico y cultural de los pueblos romanos que habitaron esta próspera región. Pero no todo el viajero que llega hasta las instalaciones del hotel Mercure Río Badajoz, en el corazón de la comunidad autónoma, lo hace con la intención de visitar ruinas y monumentos.
Los atractivos naturales de Extremadura se han consolidado como otro reclamo tanto para los visitantes como para los locales y las rutas por las cuevas de la región han ido ganando tanta popularidad que cada vez se han habilitado más opciones para visitar de manera segura estos impresionantes parajes.
Cuevas de Fuentes de León. Cerca de la frontera con Huelva y donde empiezan a perderse las montañas de Sierra Morena, se encuentra la localidad de Fuentes de León. Es posible que ésta hubiera pasado inadvertida en el mapa de no ser por las sorprendentes cuevas que conforman su paisaje subterráneo. La visita se realiza en grupos organizados desde el Centro de Interpretación y hace un recorrido por cinco grutas: la Cueva de Los Postes, El Caballo, Masero, Lamparilla y la Cueva del Agua. En ellas se pueden encontrar desde restos arqueológicos del neolítico hasta colonias de murciélagos.
Cuevas de Cañamero. El Geoparque Villuercas Ibores Jara se encuentra en las inmediaciones de Cañamero, en la provincia de Cáceres. Aparte de por su estupendo patrimonio natural, este paraje es famoso por la Cueva de Chiquita, en cuyo interior se encuentran las primeras pinturas rupestres descubiertas en la provincia. El acceso a la cueva se realiza siguiendo el curso del desfiladero del Río Ruecas, entre impresionantes paredes rocosas que parecen atrapar al visitante en un mundo de historias milenarias escritas sobre estos lienzos naturales.
Cuevas de Alburquerque. A las afueras de la villa histórica de Alburquerque y al abrigo del Risco de San Blas hay otra interesante propuesta para los interesados en el arte prehistórico. No se trata estrictamente de una cueva sino de una parte concreta de las paredes del risco que aparece decorada con figuras antropomorfas ataviadas con tocados ceremoniales. Las pinturas están bastante difuminadas y en ocasiones resulta complicado identificarlas sobre la piedra, pero el recorrido está provisto de amplios paneles informativos que facilitan su localización y su interpretación. En el término municipal de Alburquerque existen otros dos conjuntos de arte rupestre, uno en la sierra de la Carava y otro en Azagala, donde se aprecia todavía el color rojizo de las pinturas originales.
Cuevas de Santiago de Alcántara. En el Centro de Interpretación Megalítica de Santiago de Alcántara se pueden obtener unas nociones básicas para la realización de esta visita a la Cueva del Buraco, uno de los lugares emblemáticos del Parque Natural Tajo Internacional. Forma parte de los conjuntos monumentales de arte rupestre más importantes de este cuadrante peninsular y es toda una joya para los aficionados al senderismo y al turismo de montaña. Un ‘buraco’ es un agujero, precisamente lo que se va a encontrar el visitante al llegar a esta cueva de 18 metros de profundidad. El paraje era ya conocido por los cacereños, pero hasta la década de los 80 no se descubrirían oficialmente sus pinturas rupestres de más de 3.000 años de antigüedad. La ruta hasta la cueva está perfectamente señalizada desde el pueblo y transcurre por un agradable sendero entre bosques de encinas y alcornoques.
