En Edimburgo, no hay nada mejor como deambular a orillas del río Water of Leigh para huir de la agitación de la ciudad. Aquí, los pescadores se pelean con lucios y es un buen sitio para dejarse sorprender con dos bañistas que nunca salen del agua, ni de día ni de noche. Obra del artista inglés Antony Gormley, ambas estatuas están orientadas hacia la misma dirección, con la mirada apuntando hacia la carretera de Leith, donde se encuentra plantada una tercera estructura del mismo tipo, en una escollera abandonada y orientada hacia el océano. ¿Cuál es el mensaje que se oculta detrás de este insólito trío? «La libertad de mirar hacia un horizonte sin fin», explicó en su día el propio artista. Así pues, déjese tentar por el «horizonte sin fin» e intente encontrar las otras tres estatuas dispersas por la ciudad.
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