En la zona de Oerlikon, en el norte de la ciudad, un hermoso e imponente edificio de color ocre, de 123 años de antigüedad, nos llama poderosamente la atención. Y con razón, porque no estaba aquí hace cuatro años. Las autoridades municipales lo han desplazado 60 metros para facilitar la construcción de dos vías férreas y un túnel. La operación, inédita en Europa, se ha llevado a cabo en tan solo 29 horas de trabajo. Toda una hazaña que bien merece ser descubierta.
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