Bilbao es una ciudad bifurcada por el río. A un lado se encuentra el Casco Viejo, barrio antiguo y centro histórico, y al otro, el Ensanche, la parte de la ciudad que simboliza el progreso y la modernidad. ¿Cuál es la mejor manera de apreciar esta mezcla ecléctica de arquitectura tradicional y contemporánea? Pasee a lo largo del río, dejando atrás iglesias góticas, el impresionante Museo Guggenheim y puentes que atraviesan tanto el río como los siglos. También merece la pena coger un barco hasta la desembocadura del estuario del Ibaizabal para ver el puente de Vizcaya. Este paraje, Patrimonio de la Humanidad desde 2006, está considerado por la Unesco como la combinación perfecta de belleza y funcionalidad, un verdadero símbolo de las proezas de la ingeniería en el siglo XIX.
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