Situada en la isla de Grand Bé, la tumba de Chateaubriand se encuentra a poca distancia a pie de la playa de Bon Secours. Este paseo, encantador durante la marea baja, puede convertirse en una pesadilla durante la marea alta, cuando el mar reclama la superficie arenosa en menos de diez minutos. Hugo Besnier, un panadero local, se pasó seis años como salvavidas voluntario, abandonando hornadas de cruasanes y barras de pan para hacer sonar la alarma cuando era necesario. Los locales aún lo consideran su alarma, aunque Besnier ha colgado el megáfono desde hace mucho tiempo. Así que, antes de ir a visitar la tumba del vizconde, asegúrese de comprobar las mareas.
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