Entre los callejones del barrio de Haie Vigné, se encuentra un jardín oculto tras unos viejos muros en una calle sin salida. Este lugar secreto estuvo abandonado 25 años antes de convertirse en un museo al aire libre dedicado al arte bruto. Dentro hay unas 40 obras de artistas autodidactas, que incluyen instalaciones en formas humanas o animales, junto con artilugios curiosos creados con hormigón y otros objetos «encontrados». Acérquese a las gráciles estatuas de tres mujeres con los brazos hacia el cielo alrededor de un estanque. Fíjese bien en la más grande: es la bañista de las nalgas rojas de Serafino Enrico (1898-1989), un cantero franco-italiano de Sarthe que tallaba esculturas en su tiempo libre y cuya obra inspiró el pícaro nombre de este refugio artístico. El Jardin-Musée Luna Rossa abre gratuitamente los domingos desde abril hasta finales de octubre.
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