El edificio en ruinas del parque Rothschild da la espeluznante sensación de ser una casa encantada. Sin embargo, durante casi un siglo, esta estilosa mansión recibió a la alta sociedad parisina. Construida en 1860 por James de Rothschild, la residencia acogió a grandes artistas e influyentes políticos, desde Thiers y Clemenceau pasando por Debussy y Chopin. Este último conocía bien el recinto, ya que dio clases de piano a la hija de los dueños. Chopin incluso le dedicó su famosa Ballade No. 4 en Fa menor. Abandonado durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la familia huyó a Inglaterra, el castillo fue vendido al ayuntamiento por un franco simbólico, pero nunca llegó a ser renovado. En los setenta, sirvió como escenario de dos películas de Marguerite Duras, incluida la famosa India Song.
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