Desde la catedral de Sainte-Cécile y el aparcamiento de los cuarteles Teyssier quizá vea una vieja chimenea. Un recuerdo del pasado urbano donde una vieja fábrica de sombreros despedía nubes de vapor. Entre 1850 y 1930, Albi fue uno de los principales centros sombrereros de Francia. Lamentablemente, la Primera Guerra Mundial y las modas cambiantes supusieron el fin de la industria local de sombreros para damas. La caída de la demanda vació las fábricas que, más adelante, serían prácticamente arrasadas. La chimenea, testimonio de esta gran época, se ha convertido en un lugar de peregrinación para nostálgicos. La agencia de viajes AGIT hace una parada aquí en su recorrido guiado del vecindario. También puede hacer una visita privada a la chimenea en grupos de seis como mínimo. Para reservar, envíe un email a lacheminee.albi@gmail.com.
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