La ciudad de Santa Marta ha estado situada durante muchos años en territorio Tayrona, un pueblo que vivía de la explotación del oro. En 1552, un conquistador local se llevó de una expedición una cantidad enorme de este metal precioso, que se apresuró en ocultar en alguna parte de la ciudad. ¿Dónde? Nadie lo sabe, pero el conquistador ha dejado una pista: «las tres cruces». Este indicio podría corresponderse con una colina del barrio del Libertador, en donde hay tres cruces plantadas. Nadie lo sabe a ciencia cierta. ¿Le gustaría probar suerte? Si tiene éxito, iremos a medias, ¿no? Barrio Libertador- Santa Marta
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