Diversas direcciones de renombre para después de hacer esquí

Romántico y a la moda, Courchevel te revelará varias tabernas de vinos con personalidad. Las descubrirás a las puertas de tu hotel si sigues nuestras recomendaciones.

Diversas direcciones de renombre para después de hacer esquí

Esta bodega, situada en el sótano de una vivienda tradicional, posee unas bóvedas de piedra a la vista que la dotan de un encanto único. Los farolillos de mesa emiten una luz muy suave, como de velas. Las botellas, colocadas en tablas de madera rústica, colmarán todos tus deseos. ¿En busca de un caldo de prestigio? Encontrarás varias clases de Borgoña y de Burdeos. ¿Prefieres un vino ligero, pero refinado? El valle del Ródano y la Provenza te ofrecerán sus recomendaciones. Saboréalas con una opípara pizarra de quesos y salazones.

Le Bar Joe, ambiente de bar

En este lugar se respira un aire decididamente retro, con sus muros cubiertos de azulejos blancos. Las sillas de madera claveteada rodean las mesas de metal pulido. En el salón, se siente el aroma del salchichón artesanal y del queso tomme de leche cruda. Asimismo, podrás tomar filetes de sardina y de atún marinado. Podrás aprovechar la oportunidad para degustar un vino meridional o italiano. Gracias a sus excepcionales botellas, tendrás acceso a una cautivadora selección de grandes dominios y castillos.

Le Bar Joe, ambiente de bar

Después de esquiar toca tomar un aperitivo; un buen lugar para ello es junto a la chimenea. En este lugar, acondicionado en el interior del hotel Mercure Courchevel, podrás hacerlo. Oirás el alegre crepitar de los troncos en la chimenea mientras consultas la carta de grandes vinos. Puedes tomártelos en una copa o en una botella para compartir. El sumiller estará encantado de ayudarte a escoger el caldo, ya quieras un blanco, un tinto o champán.